domingo, 23 de septiembre de 2012

¿Donde?

No seas tan cruel... y dame alguna señal...

viernes, 21 de septiembre de 2012

No sabes...

"No sabes que desperdicio tengo en el alma"

Aquí estoy, volviendo a las andadas. Nadie dijo que querer sería fácil, ni mucho menos juego de niños. 
Hay veces que realmente me enfado conmigo misma (respete la redundancia porque quiero que esta idea se destaque, y no encontré otra manera de hacerlo) por las cosas que pienso. 
Y esas cosas, idea que siempre se me viene a la mente, es la inseguridad.
Está bien, partamos de la idea de que todos algunas vez en nuestras vidas hemos sido inseguros, de alguna manera todos tenemos perder aquello que más valoramos en nuestras vidas. Freud diría que la primera gran perdida es el destete, así que repito nuevamente, la idea de que se nos quite algo que nos gusta, es algo que llevamos en nuestro subconsciente casi desde el momento en que existimos (sí tengo prueba de este caballero ¿se nota?) 
A mí por lo general, me apesta mi propia inseguridad. Es algo que ojalá pudiera devolver al remitente, dejarlo en un cajón, o sencillamente botarlos en el basurero más cercano.
Pero no se puede. Me encantaría poder alejar esos pensamientos terribles de mi mente, pero no los puedo alejar de mis pensamientos. Es cuando me percato de que soy una persona terrible ¿Como puedo tener tantas inseguridades, ser tan celosa y posesiva, si tú no me has dado razones para ser así?
Basta con tan solo pequeños detalles, para que la chispa se encienda, mi mente trabaje a mil por hora, y sencillamente me deprima por nada.
Ojalá hubiese una manera de que pensara menos en ti, quizá esa sería la solución para muchas de estas inseguridades. Quisiera poder detener mi mente, dejarla escapar un rato, y tan solo quedarme tranquila porque sé que estás bien. Ojalá me pudiera bastar con eso.
Y eso me deprime, me enfada y me deja sin palabras. Insisto en que me carga sentirme de esta manera tan volátil, frágil y quebradiza. Y es cuando más junto mis cejas, detestandome a mí misma por ser mujer. ¿Acaso los hombres no tienen estos sentimientos? me he percatado que no. No es que no posean inseguridades, pero al menos ellos no se hacen una especie de película de mala muerte por nada.
Siempre he envidiado a los hombres esa capacidad, es como si ellos solamente pudieran vivir en el ahora y un poco en el futuro.Tal vez en realidad si sufren, pero se les nota menos (a algunos incluso parece no importarles en lo más mínimo)
Yo todo lo que quiero ahora, es no tener tantos pensamientos negativos. Que la distancia no me ponga de esta manera, y poder enfrentar esta lejanía tan bien como tú pareces hacerlo...
Mabel

Yo - 1 (una de tantas partes)

Hoy estaba revisando este blog (por supuesto, en medio del caos que significaba revisar mis papeles de sicología) pude percatarme de que hay pocas cosas que hablan de mí. ¿No es eso raro? porque se suponía que este pequeño espacio dentro del universo llamado blogger, esto sería casi como una bitacora, un diario de vida, el lugar donde podría definirme en base a palabras (perdone lo literario señor lector, es un defecto que no se cura)
Más que nada, me he dedicado a contar mis problemas amorosos (que no han sido tan terribles como lo había pensando) y las cosas que me gustan, pero no hay mucho que decir acerca de mí. Es decir ustedes pueden suponer que soy, loca, histérica, algo chillona y violenta, pero no porque se los haya dicho. Y quizá ni siquiera se sobreentienda eso. (Mientras escribo esto, recuerdo la famosa condición de posibilidad, profe desgraciado de Literatura que me ha traumado para toda la vida D:)
Bueno, para los que no se hayan enterado, mi nombre es Mabel y tengo 22 años en este pellejo. No soy muy alta, tengo los ojos cafés y una mirada que dice: "no me molestes o te golpeo". Suelo decir muchas veces en el día que tengo sueño, hambre y flojera. Se me ha pegado el decir también: "Acaso no basta con una parte para explicar una cosa" "ya verán cuando haga mi teoría y defina todos estos conceptos, para que nadie tenga que sufrir como nosotros"
Esa es la parte que más resalta de mí... creo yo. Otros tan solo me catalogan de muy ruidosa, pero eso no quiere decir que tenga algo importante que vociferar. La verdad es que me gusta el silencio, la calma y estar tranquila, pero con muy pocas personas suelo compartir eso. Cuando me quedo pacifica, puedo hablar con calma de mis ideas, y la verdad me aterra que la gente me conozca, porque siempre pienso que pueden hacerme daño de alguna manera.
Suponía que este miedo venía de el matonaje que sufrí cuando pequeña. Ahora leyendo lo de la infancia, he descubierto que tuve un gran amor cuando pequeña, un hombre mayor que era amigo de mi padre. A este tipo, cuyo nombre no recuerdo, yo lo tenía en un enorme pedestal, juraba que sería mi principe y todas las tonterías que se le puedan ocurrir.
A él no le gustaba estar conmigo. Y me lo dijo: "No crees que eres algo pequeña para estar siempre rondándome, la verdad no me gustan los niños a mí alrededor" Yo tenía unos diez años... y yo no quise volver a ver a este hombre a la cara. Simplemente lo evité cada vez que pude, y inventaba pretextos para no ir a donde él estaba. Al final él dejó de juntarse con mi familia, nunca supe por qué ni tampoco me atreví a preguntarlo.
Aún puedo recordar todo lo que me dolió. Estuve sin comer durante muchos días, y me prometí a mí misma que nadie tendría el derecho de hacerme sentir así. Humillada, tonta y desvalida.
Supongo que esta experiencia me marcó de por vida, porque hasta el día de hoy se me complica mucho tener gente que sepa de mí. Y sobre todo me cuesta un mundo expresar mis sentimientos, sobre todo cuando se trata de querer a la gente.
Esta es una pequeña parte de mi. Es complicado hablar de uno mismo ¿verdad? porque el tiempo desfigura recuerdos, y tal vez porque tenemos (o mejor dicho tengo) la mala costumbre de recordar todo lo malo, y quizá lo exagere.
En fin, aqui se acaba esta entrada. Espero no los haya aburrido y nos veremos de nuevo cuando comience a hablar mal del señor Freud xD
Mabel (:

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