Entrada que comencé hace un tiempo
Es extraño hablar de mi familia en estos momentos. quizá porque no es el mejor de los tiempos, o porque francamente mientras más pasa el tiempo, mas parecen alejarse de mí.
¿O es lo contrario? En fin quien me entiende xD.
Yo alcancé a conocer a mis bisabuelos paternos.
Mi bisabuelo, una persona de carácter fuerte aunque no lo demostrara, tenía un carisma que muy pocas veces pude volver a conocer.
Solía parecer muy callado en presencia de extraños, pero en cuanto tomaba un vaso entre sus dedos, su personalidad brotaba de la nada y no existía huracán que lo parase.
Fuerte en cuanto se traba de convicciones políticas, para él la derecha era la guía para la solución de todos los males.
Y por supuesto, su sillón... era su sillón. Mientras estuvo vivo, nadie pudo ocupar su puesto en el sofá individual de color carmesí.
Así es como lo recuerda mi mente infantil. Siempre lo veré sentado, con una amplia sonrisa, mientras hablaba bajisimo, tanto así que era difícil entenderlo.
Me encantaba estar a su lado. Su presencia de patriarca estaba tan marcada, que todas las peleas familiares, se disolvían en las fiestas mas importantes. No existía un 18 sin él, ni un año nuevo que no se viera en su balcón. Podía quedar la grande entre los familiares, pero siempre en esas fechas su presencia era demasiado fuerte como para ignorarlo.
Mi bisabuela no contaba con estas cualidades. Aunque claro está tenía sus virtudes, pero ninguna que una buena ama de casa no pudiese tener.
Su alma siempre será un misterio para aquellos que vivimos o pululamos en su alrededor. En realidad, tanto su alma como conciencia estaban perdidas en la bruma de una ligera esquizofrenia. La contrajo de muy joven.
Ella contaba que se lavó los pies, tuvo una fiebre muy alta, entonces contrajo menigitis. La gran secuela que le dejaron estas altísimas fiebres, fue la esquizofrenia, por lo cual la gran mayoría de sus hijos sufren alguna enfermedad mental.
Yo lo que más recuerdo de ella, era que siempre me recalcaba que debía cuidarme.
Me contaba de unos tarros en donde había abortado un hijo. Esa fue la conclusión que saqué, porque a los 10 años uno no recuerda tantas cosas.
Ese día tuve que ir a leerle la biblia como tantas veces.
Dos años pasaron desde que mi bisabuelo, el papi como le decían, fallecía de una enfermedad al hígado.
La "mami" como le decían a ella, constantemente se sentía sola, entonces yo debía ir a leerle.
La mami era un ser ignorante. Desde que el Papi la dejó, fue incapaz de saber por quien votar. Solo sabía los números del uno al diez. Y no podía leer. Seguramente le daba vergüenza esto ultimo, porque lo supe a la mala.
¿En donde me quedé? Ah si, cuando fui a leerle.
Ese día estaba parcialmente melancólica.
—Mami... me cuentas algo sobre ti.— le solté casi sin pensarlo.
La verdad, no sé de donde salió esa pregunta. Yo no la conocía, no podía tenerle cariño ni nada de eso. Ella me miró un poco extrañada y luego comenzó un relato, que recuerdo de a pedazos.
—Por eso siempre cuidate. En ese tiempo tuve que hacerme "un remedio" para que esa cosa no me molestara.
Cuando salió era una cosa deforme, de color rojo así que no sentí nada de pena cuando lo tiré a la basura.
Abruptamente se quedó en silencio, y siguió pelando papas. Era la hora de almorzar, así que me retiré sin pena ni gloria por la puerta principal.
También estuve presente en ambos funerales.
En el primero, el del papi, tan solo recuerdo un leve sentimiento de frustración y soledad. Como si de la nada, todo el mundo fuese un farsante para conmigo. Todos decían que el papi se mejoraría en cualquier momento... entonces que hacía ese féretro en frente de nosotros.
Para colmo estaba cerrado, y mi mente no podía dejar de pensar que el papi saldría por cualquier parte, como si su enfermedad no hubiese sido solo una tontería inventada por sus nietos.
Pero cuando vi instarse en su lugar eterno, rompí a llorar desconsolada. Es que no era mentira su muerte... lo que era mentira era lo otro, lo que todos me decían para dejarme tranquila. Y eso resultó para peor...
El de mi bisabuela, no fue para nada parecido. Ya estaba algo grande, creo tener doce años, porque mi hermana tenía meses de recién nacida. Solo me preguntaba si mi abuela se sentirira culpable, pues estaba de viaje donde unos parientes en noruega. Obviamente no llegaría al funeral de su madre. Suspiré pensando que haría yo en un caso parecido, pero la verdad creo que tampoco haría gran esfuerzo por devolverme a casa.
Eso es lo que recuerdo de mis bisabuelos, los papis. Estén donde estén supongo que han arreglado sus diferencias, y estarán felices en algun semiplano donde creo que andan vagando las almas... pero creo que están juntos.
Y ahora mis abuelos. Su historia es un poco más tragica en cierto sentido (Ojo solo estoy hablando de la parte familiar paterna mía ^^U)
Mi abuelo cuando pequeño... la verdad no sé nada sobre eso. Tampoco sé mucho sobre mi abuela. Creo que ambos fueron bastantes infelices por su parte, ya que nadie nombre nada por esos años. Muchas veces mi abuela se pregunta si fue bueno casarse con mi abuelo, y yo la observo detenidamente cuando dice esas palabras. Es raro imaginarse una época en donde solo podías salir de tu casa al casarse... es algo bastante frustrarte si lo piensas.
En su tiempo, mis abuelos se quisieron mucho. Salían juntos, la gran mayoría yo prendida de sus faldas, a la playa, a los juegos amplio etc. Ellos amaban salir conmigo. Aún cuando cierro los ojos puedo verlos, de la manos los dos y yo jugueteando por allí. La verdad era muy feliz en esos tiempos.
Continuará